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GUÍA

 

En la naturaleza todas las plantas son de exterior. Cuando ponemos plantas en nuestras casas, debemos entender qué necesitan en su hábitat natural para que puedan vivir en el interior. Conocer bien las condiciones de tu casa (orientación, temperatura, humedad...) es vital para que puedas adoptar la planta más adecuada a tu entorno. 

Aunque cada planta es distinta, empezaremos por repasar algunos conceptos básicos que generalmente podemos aplicar a casi todas las plantas de interior. Además, cada una de nuestras plantas dispone de una ficha detallada en la sección PLANTAS con todo lo que necesitas saber sobre sus cuidados, para que puedas informarte antes y después de la compra.  

 
 
 

LA LUZ

La luz es un factor clave para que una planta pueda crecer. Las plantas realizan la fotosíntesis, el proceso con el que convierten la luz, el oxígeno, los nutrientes y el agua en energía. Sin la luz adecuada, este proceso no puede ocurrir. Entonces se agotan las reservas de energía de la planta y... se muere. 

¡Pero ojo! Muchas plantas no toleran la luz directa del sol, prefieren estar en lugares con luz indirecta o incluso a la sombra. Por eso es importante diferenciar entre los rayos de sol directos y la luz de una estancia. En las fichas de cada planta puedes encontrar las condiciones lumínicas más óptimas para cada especie, pero a continuación te explicamos cómo identificar los distintos tipos de luz según la orientación de tu espacio.

 
 

LAS RAÍCES

Las raíces son los cimientos de una planta; absorben el oxígeno, agua y nutrientes necesarios del sustrato y lo transportan hacia las hojas, donde, con la ayuda del Sol, se produce la energía que necesita para prosperar.

El sustrato es donde viven y se desarrollan las raíces. Un buen sustrato debería tener la capacidad de almacenar agua y nutrientes, y al mismo tiempo proporcionar un drenaje eficiente y una buena aireación de las raíces. Aunque pueda parecer que cualquier sustrato universal es adecuado para todo tipo de plantas, no siempre es así. Por eso, si queremos plantas fuertes y sanas durante más tiempo, es mejor optar por sustratos específicos que tengan en cuenta las necesidades de cada tipo de planta. 

Uno de los principales problemas que sufren muchas plantas se debe al exceso de agua a la hora del riego, sobre todo si se queda estancada en el plato. Un exceso continuado de agua provoca encharcamientos y hace que las raíces se pudran o sufran problemas de hongos que son difíciles de erradicar. Para las manos más inexpertas, siempre es recomendable tomar en cuenta los consejos que encontrarás en el apartado del riego. 

En MUTANT utilizamos nuestro propio sustrato hecho con ingredientes naturales de alta calidad, con diferentes recetas para cada tipo de planta. Además, en todos nuestros combos hay una base de piedra volcánica para facilitar aún más el drenaje y la transpiración de las raíces. En la sección PLANTAS también podrás encontrar información sobre el tipo de sustrato que mejor le va a cada planta para que puedas hacer el trasplante en el futuro. 

 
 

EL RIEGO

No existen reglas definitivas sobre el riego, ya que depende del tipo de planta, el sustrato, el clima, la época del año… Por suerte, existen una serie de factores y consejos que nos pueden ayudar a aprender cómo y cuándo regar nuestras plantas.

 
 

EL CLIMA

Igual que el clima nos afecta a las personas que vivimos en un determinado lugar, también afecta a nuestras plantas. A la hora de aplicar todos nuestros consejos, ten en cuenta siempre cómo de húmedo es el lugar en el que vives, las temperaturas máximas y mínimas, etc. Esto te ayudará a mejorar el cuidado que das a tus plantas, especialmente el riego. También puede ser un factor importante a la hora de decidirte por una planta u otra. En la ficha técnica de cada planta encontrarás siempre la oscilación de temperaturas en las que la planta se encuentra cómoda, así como las temperaturas que no puede tolerar. Esta información puede ayudarte si decides colocar tus plantas en el exterior. 

En nuestra casa debemos recrear el clima original de las plantas en cuanto a la luz, la temperatura y la humedad. Por eso en cada ficha también encontrarás el tipo de iluminación que necesita para saber dónde ubicarla, así como el nivel de humedad que necesitan. Las plantas tropicales, por ejemplo, requieren una mayor humedad ambiental y muchas requieren de una pulverización de agua para recrear un ambiente húmedo.

Ten a la vista siempre tu pulverizador para acordarte en los casos de las plantas que lo requieran. También recuerda esta pauta durante todo el año porque la calefacción y aires acondicionados resecan el ambiente. Muchas personas optan por un humidificador para mantener siempre los niveles de humedad adecuado. Es una buena opción si tienes muchas plantas tropicales. 

 
 

EL ABONO

El sustrato de nuestras plantas va perdiendo nutrientes a lo largo del tiempo, sobre todo cuando las plantas están en maceta y no obtienen abono orgánico que proviene del entorno, como pueden ser hojas secas, estiércol u otros restos orgánicos. El abono aporta fertilidad al sustrato añadiendo nutrientes, minerales y oligoelementos para que nuestras plantas tengan una ayuda extra durante la primavera y el verano, la época de mayor crecimiento y floración. 

Dentro de las dos grandes categorías de abonos - orgánicos y minerales - existe una gran variedad de opciones tanto en formato sólido o líquido. Los abonos minerales suelen ser los más utilizados para plantas de interior por su comodidad y efecto más inmediato. 

En cuanto al tipo de absorción podemos diferenciar dos tipologías:

Casi todas las plantas entran en reposo durante el invierno. Por ese motivo, como norma general, no se debe abonar en esta época. Aun así, se puede optar por un abono de lenta liberación durante este periodo para asegurar que tengan suficientes nutrientes. 

Nuestro sustrato ya contiene una mezcla prémium de nutrientes y minerales adecuados para tu planta que hará que no necesite abono durante los primeros meses después de la compra. En la ficha técnica de cada planta encontrarás más información para alimentar bien a tus plantas siguiendo siempre las instrucciones de cada fertilizante.

 
 

LA PODA

Al podar, ayudamos al mantenimiento de nuestra planta, recortando aquellos tallos o hojas que hayan crecido demasiado, pero también quitando aquellos que estén débiles, rotos o enfermos. Cuando veamos alguna hoja o tallo en mal estado es preferible quitarlo ya que la planta consume energía en conservarlo y no dejamos que esa energía se destine hacía las hojas sanas o al crecimiento de hojas nuevas. 

De todas formas, antes de cortarla revísala bien ya que, cuando la planta enferma, sus hojas nos dan información sobre el posible problema que pueda tener. Si ves que hay demasiadas hojas en mal estado, presta atención ya que seguramente tu planta estará sufriendo algún tipo de plaga o falta de nutrientes. En ese caso, busca cuál podría ser el problema antes de quitar demasiadas hojas. La planta podría quedar demasiado debilitada y no recuperarse. 

Para la poda usaremos siempre unas tijeras de poda previamente desinfectadas con alcohol. Estos dos detalles son importantes para mantener la salud de nuestras plantas.  Unas tijeras de poda — o al menos unas tijeras afiladas que uses solo para esta finalidad— nos permitirán hacer un corte limpio, ayudando así a tu planta a cicatrizar mejor. Desinfectar es igual de importante: no queremos infectar a la planta con restos de suciedad o de otras plantas. Cuando podamos, estamos provocando una herida a la planta, por tanto debemos tratarla como lo haríamos con nuestra piel.

 
 

EL TRASPLANTE

Las plantas necesitan ser trasplantadas cuando las raíces empiezan a asomar por la parte inferior: lo que suele pasar cuando llevan aproximadamente un par de años en la misma maceta. Pasado este tiempo, si queremos que nuestra planta crezca aún más, necesitará además de nuevo sustrato que le aporte nutrientes y minerales que ya no encuentra en su maceta actual.

Hay que tener en cuenta el tamaño de la maceta inicial y de la planta. No es bueno realizar un trasplante a una maceta mucho más grande que la actual, ya que las raíces pueden no ser capaces de adaptarse y absorber correctamente el agua y los nutrientes. Así que idealmente optaremos por una maceta de entre 2 y 3 cm de diámetro más para plantas pequeñas y medianas. Para plantas de mayor tamaño elegiremos una nueva maceta de entre 5 y 10 cm de diámetro extra.

En el momento del trasplante tendremos que elegir también un sustrato adecuado que asegure que las plantas van a tener los nutrientes necesarios durante mucho tiempo. Es mejor elegir un sustrato específico para nuestro tipo de planta.

 
 

EL CONSEJO FINAL

Observa siempre tus plantas y aprende de ellas. Prueba y error. Fíjate en cómo reaccionan a tus acciones, a las condiciones exteriores, a la orientación de la luz del sol... Y si te encuentras con algún problema, nuestro consejo es que no te rindas antes que ella: tu planta siempre lo está dando todo para sobrevivir.

Cada una de nuestras plantas dispone de una ficha en nuestra sección de PLANTAS con todo lo que necesitas saber sobre sus cuidados, para que puedas informarte antes y después de la compra.

 

GUÍA

En la naturaleza todas las plantas son de exterior. Cuando ponemos plantas en nuestras casas, debemos entender qué necesitan en su hábitat natural para que puedan vivir en el interior. Conocer bien las condiciones de tu casa (orientación, temperatura, humedad...) es vital para que puedas adoptar la planta más adecuada a tu entorno. 

Aunque cada planta es distinta, empezaremos por repasar algunos conceptos básicos que generalmente podemos aplicar a casi todas las plantas de interior. Además, cada una de nuestras plantas dispone de una ficha detallada en la sección PLANTAS con todo lo que necesitas saber sobre sus cuidados, para que puedas informarte antes y después de la compra.  

 
 

LA LUZ

 
Imagen de la sombra de una planta Kentia a través de una ventana

La luz es un factor clave para que una planta pueda crecer. Las plantas realizan la fotosíntesis, el proceso con el que convierten la luz, el oxígeno, los nutrientes y el agua en energía. Sin la luz adecuada, este proceso no puede ocurrir. Entonces se agotan las reservas de energía de la planta y... se muere. 

¡Pero ojo! Muchas plantas no toleran la luz directa del sol, prefieren estar en lugares con luz indirecta o incluso a la sombra. Por eso es importante diferenciar entre los rayos de sol directos y la luz de una estancia. En las fichas de cada planta puedes encontrar las condiciones lumínicas más óptimas para cada especie, pero a continuación te explicamos cómo identificar los distintos tipos de luz según la orientación de tu espacio.

 
 

LAS RAÍCES

 
Imagen de un jarrón de agua con una planta clívia encima con las raíces al descubierto

Las raíces son los cimientos de una planta; absorben el oxígeno, agua y nutrientes necesarios del sustrato y lo transportan hacia las hojas, donde, con la ayuda del Sol, se produce la energía que necesita para prosperar.

El sustrato es donde viven y se desarrollan las raíces. Un buen sustrato debería tener la capacidad de almacenar agua y nutrientes, y al mismo tiempo proporcionar un drenaje eficiente y una buena aireación de las raíces. Aunque pueda parecer que cualquier sustrato universal es adecuado para todo tipo de plantas, no siempre es así. Por eso, si queremos plantas fuertes y sanas durante más tiempo, es mejor optar por sustratos específicos que tengan en cuenta las necesidades de cada tipo de planta. 

Uno de los principales problemas que sufren muchas plantas se debe al exceso de agua a la hora del riego, sobre todo si se queda estancada en el plato. Un exceso continuado de agua provoca encharcamientos y hace que las raíces se pudran o sufran problemas de hongos que son difíciles de erradicar. Para las manos más inexpertas, siempre es recomendable tomar en cuenta los consejos que encontrarás en el apartado del riego. 

En MUTANT utilizamos nuestro propio sustrato hecho con ingredientes naturales de alta calidad, con diferentes recetas para cada tipo de planta. Además, en todos nuestros combos hay una base de piedra volcánica para facilitar aún más el drenaje y la transpiración de las raíces. En la sección PLANTAS también podrás encontrar información sobre el tipo de sustrato que mejor le va a cada planta para que puedas hacer el trasplante en el futuro. 

 
 
 

EL RIEGO

 
 
Imagen de un jarron azul encima de un metracrilato amarillo con gotas de agua encima

No existen reglas definitivas sobre el riego, ya que depende del tipo de planta, el sustrato, el clima, la época del año… Por suerte, existen una serie de factores y consejos que nos pueden ayudar a aprender cómo y cuándo regar nuestras plantas.

 
 

EL CLIMA

 
Fotografía de varias hojas de plantas sobre fondo blanco

Igual que el clima nos afecta a las personas que vivimos en un determinado lugar, también afecta a nuestras plantas. A la hora de aplicar todos nuestros consejos, ten en cuenta siempre cómo de húmedo es el lugar en el que vives, las temperaturas máximas y mínimas, etc. Esto te ayudará a mejorar el cuidado que das a tus plantas, especialmente el riego. También puede ser un factor importante a la hora de decidirte por una planta u otra. En la ficha técnica de cada planta encontrarás siempre la oscilación de temperaturas en las que la planta se encuentra cómoda, así como las temperaturas que no puede tolerar. Esta información puede ayudarte si decides colocar tus plantas en el exterior. 

En nuestra casa debemos recrear el clima original de las plantas en cuanto a la luz, la temperatura y la humedad. Por eso en cada ficha también encontrarás el tipo de iluminación que necesita para saber dónde ubicarla, así como el nivel de humedad que necesitan. Las plantas tropicales, por ejemplo, requieren una mayor humedad ambiental y muchas requieren de una pulverización de agua para recrear un ambiente húmedo.

Ten a la vista siempre tu pulverizador para acordarte en los casos de las plantas que lo requieran. También recuerda esta pauta durante todo el año, ya que la calefacción y aires acondicionados resecan el ambiente. Muchas personas optan por un humidificador para mantener siempre los niveles de humedad adecuado. Es una buena opción si tienes muchas plantas tropicales. 

 
 

EL ABONO

 
Imagen de dos copas de cocktail con bolitas de abono de color azul y dos hojas a modo de decoración

El sustrato de nuestras plantas va perdiendo nutrientes a lo largo del tiempo, sobre todo cuando las plantas están en maceta y no obtienen abono orgánico que proviene del entorno, como pueden ser hojas secas, estiércol u otros restos orgánicos. El abono aporta fertilidad al sustrato añadiendo nutrientes, minerales y oligoelementos para que nuestras plantas tengan una ayuda extra durante la primavera y el verano, la época de mayor crecimiento y floración. 

Dentro de las dos grandes categorías de abonos - orgánicos y minerales - existe una gran variedad de opciones tanto en formato sólido o líquido. Los abonos minerales suelen ser los más utilizados para plantas de interior por su comodidad y efecto más inmediato. 

En cuanto al tipo de absorción podemos diferenciar dos tipologías:

Casi todas las plantas entran en reposo durante el invierno. Por ese motivo, como norma general, no se debe abonar en esta época. Aun así, se puede optar por un abono de lenta liberación durante este periodo para asegurar que tengan suficientes nutrientes. 

Nuestro sustrato ya contiene una mezcla de alta calidad de nutrientes y minerales adecuados para tu planta que hará que no necesite abono durante los primeros meses después de la compra. En la ficha técnica de cada planta encontrarás más información para alimentar bien a tus plantas siguiendo siempre las instrucciones de cada fertilizante.

 
 

la poda

 
Fotografía de un brazo con una planta potus enredada y unas tijeras de podar en la mano

Al podar, ayudamos al mantenimiento de nuestra planta, recortando aquellos tallos u hojas que hayan crecido demasiado, pero también quitando aquellos que estén débiles, rotos o enfermos. Cuando veamos alguna hoja o tallo en mal estado es preferible quitarlo, ya que la planta consume energía en conservarlo y no dejamos que esa energía se destine hacia las hojas sanas o al crecimiento de hojas nuevas. 

De todas formas, revísala bien antes de cortarla, puesto que cuando la planta enferma sus hojas nos dan información sobre el posible problema que pueda tener. Si ves que hay demasiadas hojas en mal estado, presta atención porque seguramente tu planta estará sufriendo algún tipo de plaga o falta de nutrientes. En ese caso, busca cuál podría ser el problema antes de quitar demasiadas hojas. La planta podría quedar demasiado debilitada y no recuperarse. 

Para la poda usaremos siempre unas tijeras de poda previamente desinfectadas con alcohol. Estos dos detalles son importantes para mantener la salud de nuestras plantas. Unas tijeras de poda — o al menos unas tijeras afiladas que utilices solo para esta finalidad— nos permitirán hacer un corte limpio, ayudando así a tu planta a cicatrizar mejor. Desinfectar es igual de relevante: no queremos infectar a la planta con restos de suciedad o de otras plantas. Cuando podamos, estamos provocando una herida a la planta, y por eso debemos tratarla como lo haríamos con nuestra piel.

 
 

EL TRASPLANTE

 
Imagen de una planta cala con flores moradas en el suelo sin maceta y raíces al descubierto

Las plantas necesitan ser trasplantadas cuando las raíces empiezan a asomar por la parte inferior de la maceta; lo que suele pasar cuando llevan aproximadamente un par de años en la misma maceta. Pasado este tiempo, si queremos que nuestra planta crezca aún más, necesitará más espacio para sus raíces, además de nuevo sustrato que le aporte nutrientes y minerales que ya no encuentra en su maceta actual.

Hay que tener en cuenta el tamaño de la maceta inicial y de la planta. No es bueno realizar un trasplante a una maceta mucho más grande que la actual, ya que las raíces pueden no ser capaces de adaptarse y absorber correctamente el agua y los nutrientes. Así que idealmente optaremos por una maceta de entre 2 y 3 cm de diámetro más para plantas pequeñas y medianas. Para plantas de mayor tamaño elegiremos una nueva maceta de entre 5 y 10 cm de diámetro extra.

En el momento del trasplante tendremos que elegir también un sustrato adecuado que asegure que las plantas van a tener los nutrientes necesarios durante mucho tiempo. Es mejor elegir un sustrato específico para nuestro tipo de planta, así como un buen drenaje.

 
 

EL CONSEJO FINAL

 
Fotografía de una planta guembé en un salón de casa al lado de una ventana bien iluminada

Observa siempre tus plantas y aprende de ellas. Prueba y error. Fíjate en cómo reaccionan a tus acciones, a las condiciones exteriores, a la orientación de la luz del sol... Y si te encuentras con algún problema, nuestro consejo es que no te rindas antes que ella: tu planta siempre lo está dando todo para sobrevivir.

Cada una de nuestras plantas dispone de una ficha en nuestra sección de PLANTAS con todo lo que necesitas saber sobre sus cuidados, para que puedas informarte antes y después de la compra.